No digas que no fui nada.
No me digas que no te llame más a media noche,
que no extrañe cuando mi cama está fría y vacía
y que no te quiera.
Aunque estés lejos,
aunque no estés conmigo,
aunque no me quieras.
No me digas que no:
estás aquí, sigo soñándote, acariciándote, queriéndote.
Sigo contigo,
aunque tú ya no estés.
Yo sigo,
aunque tu te paraste hace ya mucho tiempo....
Hay un lugar donde todo el mundo es feliz. Hay lugar sin llanto y sin lluvia, sólo nieva o hace sol, según te apetezca en aquél momento. Hay un lugar al que todos vamos alguna vez, para descansar, para no pensar, para correr… y no parar hasta que estás exhausto, satisfecho con tu vida y con tu muerte. Hay un lugar en el que tu y yo estamos juntos y somos felices, y nadie viene a distraerte o a molestarme. Hay un lugar donde todavía te veo cada día, te toco, te acaricio. Hay un lugar muy cerca de aquí… cierra los ojos y nos encontraremos.
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